s normal sentirse agobiado por la enorme oferta de quesos al hacer las compras. Además, no todos conocen las diferencias entre un estilo u otro, o cuáles son más beneficiosos. Para aclarar este panorama, te presentamos cuatro consejos que debés tener en cuenta a la hora de seleccionar tu queso.
La leche con la que se elabora el queso es un factor que interviene completamente en el producto final. Animate a probar quesos de distintos tipos de leche, como de cabra, búfala u oveja. Experimentá sus diferentes sabores, olores y texturas y ampliá tu paladar.
Si bien ahorrás un poco de tiempo, los quesos previamente rebanados contienen conservantes que pueden cambiar la composición del queso, su olor y sabor. Siempre es mejor escoger piezas enteras y cortarlas y/o rallarlas antes de servir.
A pesar de que tanto el manchego como el parmesano son reconocidos por ser originarios de España e Italia, respectivamente, son dos de los pocos quesos conocidos por esto. Es mejor que te guíes por los estilos más que por el país de origen.
La corteza ayuda a resaltar los sabores naturales. Además, puedes utilizarlas en sopas o caldos.