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Alberto Fernández relanzó el vínculo con el Gobierno de Donald Trump en un almuerzo en Casa Rosada junto con el subsecretario interino del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental estadounidense, Michael Kozak.
La relación sería la clave de cara a la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y bonistas privados, ya que Estado Unidos es socio mayoritario en el FMI y la nueva administración necesita del apoyo de la principal economía del mundo para obtener nuevos plazos para el pago de los US$44.000 millones desembolsados por el organismo internacional en el país.
En el encuentro, Fernández estuvo acompañado por el canciller, Felipe Solá; el secretario de Asuntos Estratégicos de Presidencia; Gustavo Béliz; y Jorge Argüello. Los enviados de Trump a la reunión fueron, además de Kozak y el embajador en la Argentina, Edward Prado; el consejero político, Chris Andino y la asesora Mariju Bofill. Desde Casa Rosada anticiparon que el Presidente no viajará hoy a Washington pero enviará a una delegación en su representación entre quienes, por ahora, el único confirmado es Solá.
Kozak elogió el discurso que Alberto pronunció ante la Asamblea Legislativa y le transmitió los mismos conceptos sobre el “apoyo” para la negociación con el FMI que le había manifestado el presidente Trump durante la conversación telefónica que mantuvieron hace unas semanas.
El subsecretario Kozak se quedó en la Argentina para asistir a la Casa Rosada, luego de que el director para el Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone, decidiera no asistir a la jura de Fernández, molesto por la presencia de un funcionario de Nicolás Maduro, el ministro de Comunicaciones de Venezuela, Jorge Rodríguez, quien figura en la lista de funcionarios sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), firmado por varias naciones desde junio del 2018, por casos de corrupción y malversación de bienes, lo que implicó que todas las propiedades o activos de Rodríguez que estuvieran en el exterior fuesen congeladas y bloqueadas. Esto además, significa que las personas que intenten realizar un salvataje o emprender un intercambio con él, también serán alcanzadas por la medida e incluidas en el listado de la OFAC. Asimismo, Rodríguez tiene prohibida la entrada a 18 países, incluyendo la Argentina, por una resolución del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) desde diciembre pasado.
Esta no fue la única relación que Fernández afianzó en sus primeros días de mandato, ya que también recibió a su par cubano, Miguel Díaz-Canel, y destacó el “fortalecimiento del vínculo” entre ambos países. Además, afirmó que va “a avanzar en la cooperación mutua”.
Según se informó oficialmente, ambos mandatarios destacaron la importancia de incrementar el intercambio de remedios y alimentos, con especial énfasis en medicamentos genéricos destinados a los adultos mayores de la Argentina.
El encuentro se realizó en el Salón Eva Perón, con la presencia de Solá; la vicejefa de Jefatura de Gabinete, Cecilia Todesca; y el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla. Durante la audiencia, Fernández subrayó el fortalecimiento del vínculo entre Argentina y Cuba, y señaló que buscará “avanzar en la cooperación mutua” para robustecer el intercambio cultural y deportivo entre ambos países.
Asimismo, aseguró que los argentinos tienen “un compromiso de hermandad con Cuba”. Por otra parte, ambos jefes de Estado señalaron la importancia de intensificar el intercambio tecnológico y de investigación entre ambas naciones.
