a compañía Shell anunció un plan para reducir sus emisiones de carbono. La decisión del grupo angloholandés se dio a conocer tras la caída de sus acciones en plena pandemia de coronavirus.
Luego de la reducción de sus acciones, Shell cambia de rumbo. A través del proyecto Reshape, la firma encara una reestructuración que conllevará la eliminación de hasta 9.000 empleos a nivel global. “Tenemos que ser una organización más simple, más ágil y más competitiva”, expresó Ben Van Beurden, CEO de Royal Dutch Shell.
En este sentido, la firma evalúa cómo mantener su posición de líder en todos los sentidos, desde la acción climática hasta la competitividad en el sector del petróleo y el gas.
Según fuentes de Shell, una mayor eficiencia y métodos de trabajo más simples ya permitieron reducir en un 40% los gastos en su negocio de shale en los Estados Unidos en lo que va del año. En la misma línea, la petrolera busca replicar el plan en otras áreas.
“Shell usará este efectivo para realizar movimientos más importantes en áreas químicas y con bajas emisiones de carbono. Participa en el comercio de energía, biocombustibles y desarrollo solar, y es líder en el sector emergente del hidrógeno”, indican.
Para lograr estos objetivos, Ben Van Beurden, apunta a impulsar la aceleración de este proceso cuanto antes. “Nuestras inversiones bajas en carbono aumentarán significativamente con el tiempo”, afirma.