Al hablar de Gestión de Responsabilidad Social y Sustentabilidad, el gran desafío que se presenta es desarrollar sistemas de medición que arrojen indicadores del impacto de la campaña que realizan las organizaciones o empresas y así identificar las oportunidades y riesgos para poder definir estrategias claras para mejorar.
Así lo indicó Federico Zárate, director de Formación del Instituto Argentino de Responsabilidad Social y Sustentabilidad (IARSE), quien además aseguró que a través de cada espacio de acompañamiento y capacitación que brinda la entidad, insisten en que el abordaje de una Gestión de Responsable Orientada a la Sustentabilidad (GROS) requiere de un proceso de aprendizaje por parte de personas y empresas para poder conocer, reconocer, gestionar y comunicar los impactos éticos, económicos, sociales y ambientales.
“Se trata de un orgullo por hacer las cosas de una determinada forma, pero también de ser capaces de demostrar que se puede ser competitivo creando, a la vez, más valor compartido para la organización misma y los involucrados y afectados por sus actividades y procesos”, comentó Zárate.
Sin embargo, esta demostración requiere de estrategias integradas con sistemas de medición que permitan que la práctica de la GROS se convierta en algo que inspire confianza y crecimiento. “Es un reto interesante porque, además de lo que sabemos sobre la medición de los impactos en la dimensión económica, hay que aprender a desarrollar y fortalecer esos sistemas e indicadores para los impactos en las dimensiones ética, social y ambientales”, subrayó Zarate; al tiempo que aseguró que la GROS de una empresa ya no es algo que pueda improvisarse o simplemente quedar fuera del análisis estratégico. “Las empresas comprometidas con el tema son objeto de una creciente demanda de profesionalización, y por lo tanto, de precisión, transparencia y anticipación”, agregó.
En palabras de Zárate, medir impactos es la base de los procesos que permiten una correcta gestión de riesgos, y es el eje esencial que permite aprovechar oportunidades y trazar nuevos desafíos. “Se dice que la única habilidad competitiva a largo plazo es la de aprender, y quizás este desafío debiera ser aquello que nos inspire a evolucionar sobre la Responsabilidad Social y la Sustentabilidad, identificando aquello que es valioso de medir para sostener y mejorar”, finalizó.