De ideas a soluciones tecnológicas concretas

os emprendedores son actores claves en el desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas para el agro, un sector que ya no puede conc3birse sin la tecnología aplicada para la realización de procesos. No obstante, la iniciativa emprendedora solo tendrá éxito a través de un abordaje colaborativo con las distintas áreas de esta red de innovaciones.

La nueva revolución tecnológica a la que asiste el sector agrícola es posible gracias a la iniciativa de los emprendedores y al desarrollo tecnológico de diferentes áreas de la ciencia, como las telecomunicaciones, la robótica y la inteligencia artificial.

Estas nuevas tecnologías “dialogan” y confluyen para el desarrollo de nuevas herramientas para el productor agropecuario, como la fertilización variable, el reconocimiento y la aplicación selectiva de fitosanitarios, las alertas tempranas climáticas, la ambientación de lotes, las granjas automatizadas, la agricultura celular, los microbiomas, la producción en entornos controlados, el blockchain y la robótica aplicada al manejo de maquinaria agrícola.

“Estamos en presencia de un nuevo ecosistema superior de innovación. Mediante la inteligencia artificial y el aprendizaje colectivo, el sector agropecuario es cada día más eficaz y eficiente”, explicó Hernán Ghiglione, doctor en Ciencias Agrarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

No morir en el intento

En esta red de innovaciones, el grupo de los emprendedores es uno de los actores más importantes, ya que sin ellos muchas de las tecnologías actualmente disponibles no existirían. Sin embargo, es un hecho que la tasa de éxito de los emprendimientos en el sector es relativamente baja. Como promedio general, puede considerarse que solo entre un 10% y un 30% de las nuevas empresas sobrevive. “Entre siete y nueve de cada diez emprendimientos cierran sus puertas durante sus tres primeros años de vida”, afirma el especialista.

Actualmente, existen empresas y aceleradoras de startups (empresas emergentes) que brindan un seguimiento a los emprendedores en todo el proceso, desde el surgimiento de una idea a su conversión en una solución concreta. “Es gracias a los emprendedores, con sus nuevas y disruptivas ideas, que las fronteras de la innovación del agro no tienen límites, pero también es cada vez más evidente que la materialización de esas ideas necesita el trabajo conjunto de varios actores con un abordaje colaborativo”, concluyó Ghiglione.