Entre Ríos: reclaman por el mantenimiento de una ruta trascendental

l mal estado de los caminos rurales se tornó un dolor de cabeza para muchos productores entrerrianos. Ejemplo de ello es lo que ocurre con la Ruta Provincial 31, que recorre los departamentos de Nogoyá y Tala.

Actualmente, los vecinos de la zona aguardan una respuesta del gobierno entrerriano para poder reponer materiales, mejorar la traza y conservar los caminos que se inundan siempre que llueve.

En este sentido, el presidente del consorcio caminero de Crucesita Octava, Fabio Koch, comentó que vienen reclamando desde hace cuatro años por las condiciones del ripio”.

Según Koch, los daños por erosión y la falta de mantenimiento hicieron que el camino rural quede más abajo que los campos, lo que provoca que se convierta fácilmente en una especie de río cada vez que hay precipitaciones.

Vale destacar que esta ruta es importantísima para la provincia, ya que por allí transita gran parte de la producción. En alrededor de ochenta kilómetros de largo y veinte a los lados, se hallan más de 280 productores ganaderos y casi 360 mil hectáreas agrícola-ganaderas. Si bien la lechería es la actividad principal, también se destacan la agricultura y la apicultura.

Sin embargo, el ejecutivo remarcó que el sector productivo no es el único perjudicado, ya que los habitantes se movilizan por esos caminos tanto para trabajar, para llevar a sus hijos al colegio, o para atender un caso de primeros auxilios.

En tanto, Pedro Brandi, ingeniero civil y propietario de la firma lechera El Caraguatá, explicó que deben sacar la leche todos los días y que, debido a que es un producto perecedero, cuando llueve se ven obligados a hacer alrededor de veinte kilómetros, lo que genera que se rompa aún más el camino. “Toda la comunidad está esperando una visita de las autoridades provinciales para dialogar sobre estos temas. La idea es plantearles el problema y pedirles alguna solución”, concluyó.