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i pensás en escaparte unos días de la rutina o disfrutar de un fin de semana largo, Bariloche cuenta con una excelente oferta de senderos y refugios para experimentar a través de la práctica de trekking.
En esta ocasión, te proponemos cuatro recorridos recomendados para expertos. Se trata de circuitos complejos, de dos días de duración, que requieren de planificación y cuidados previos.
Sendero muy técnico y de sentido único por la gran dificultad que presenta el tránsito en pendiente. Se recomienda realizar esta travesía a partir del mes de febrero, cuando no haya más nieve. En verano se estima un tiempo de marcha entre ocho y diez horas. Este sendero presenta una dificultad alta entre noviembre y abril, siendo extremadamente alta durante el período mayo-octubre.
Saliendo del Refugio San Martín se transitan los primeros veinte minutos por el camino que lleva hacia el Paso Schweizer y a la Laguna Los Témpanos. Una vez en la laguna, tomar el desvío hacia la derecha (el de la izquierda continúa hacia el Arroyo Casalata y Los Césares).
Se recomienda prestar mucha atención para no perder el rumbo al ascender en una parte muy técnica con tramos de escalada. Al llegar al pico Refugio se comienza a transitar por el filo del Cordón de los Inocentes. Luego, se transita por el Cerro Navidad; allí, el camino comienza a perder altura hasta llegar al Arroyo Navidad.
Una vez en el valle, el sendero se une al que viene desde Colonia Suiza. Tomar el camino hacia la izquierda, y subir la pendiente en zigzag por los “caracoles” hasta llegar a la Laguna Negra y al Refugio Manfredo Segre, también conocido como Italia.
Saliendo de la Laguna CAB o LLuvu, hay que ascender hasta el Cerro CAB por un sendero con mucha pendiente, zona de pedrero y lajas sueltas, para transponer el filo de la montaña y comenzar el descenso hasta llegar al Mallín del Mate Dulce.
El Mallín forma parte de la línea divisoria de aguas y en él se origina el Arroyo Uhueco, que desagua en el Lago Nahuel Huapi (vertiente atlántica); y el Arroyo Claro, que desagua en el Lago Mascardi (vertiente pacífica).
Se recomienda prestar mucha atención al sendero y estar siempre bien orientados para no perderse cruzando el Mallín antes de comenzar el empinado ascenso al filo. En este paso, queda hacia la derecha el pico del Cerro Cristal, y hacia la izquierda el pico del Cerro Cumpleaños. Dependiendo de la época del año, puede haber presencia de nieve o hielo.
Una vez atravesado el filo, se puede divisar la Laguna Cretón, hacia donde se desciende en forma muy abrupta entre piedras sueltas y bloques grandes de piedra. Es el sector más difícil y exigente de toda la travesía. La zona de pernocte está indicada a orillas de la laguna. La siguiente etapa de la travesía conecta a la Laguna Ilón.
En caso de presentarse mal clima, en vez de seguir la travesía hacia Laguna Ilón se recomienda conectar con Los Césares pasando por la Laguna Azul. Este tramo tiene un nivel de dificultad alto, es muy exigente, transcurre en un pedrero muy empinado con mucha exposición solar. Es importante prestar atención a las Pircas y marcas en el terreno para no perder la senda.
Se estima un tiempo de marcha entre nueve y diez horas en verano, así como una dificultad alta entre noviembre y abril y extremadamente alta durante el período mayo-octubre.
Se recomienda realizar esta travesía a partir del mes de febrero, cuando hay menos nieve en la cumbre. Antes de esta fecha se requiere experiencia en montaña y equipamiento especial.
Si bien el sendero se puede recorrer en ambas direcciones, este sentido es el más recomendado, subiendo desde el Refugio López hasta “La Hoya” alcanzando luego el filo del Cerro López. Prestar atención a las marcas y tener cuidado al pisar ya que hay muchas piedras sueltas. Este tramo es el más técnico, hay una pendiente pronunciada y a veces es necesario tomarse de las rocas con las manos.
Desde el filo comienza el descenso hacia un valle, donde nace un arroyo que es afluente del Arroyo Goye. Luego de atravesar el valle comienza el ascenso al Cerro Bailey Willis, por cuyo filo se continúa por bastante tiempo hasta divisar la Laguna Negra, en cuyas orillas se encuentra el Refugio Manfredo Segre, también conocido como Refugio Italia. Desde el Refugio Manfredo Segre se puede regresar hacia la zona de Colonia Suiza por la ruta tradicional de ascenso que bordea el Arroyo Goye. Si el sendero se realiza en el otro sentido se puede descender desde el Refugio López hacia la ruta de “Circuito Chico”.
Se estima un tiempo de marcha entre cinco y seis horas durante el verano, una dificultad alta entre mayo y abril y extrema en el período mayo-octubre.
Saliendo de la Laguna Cretón el sendero comienza con un ascenso hasta un filo rocoso desde el cual se observa la Laguna Calvú o Azul hacia abajo y a la izquierda. Esta es la más grande de todas las lagunas que se observan en la travesía de las Cinco lagunas.
En este sector de alta montaña se bordea primero una laguna pequeña llamada Chubut y otra más grande llamada Jujuy por la izquierda para luego comenzar el ascenso al filo del Cerro Capitán, el paso más alto de la travesía, a 1.950 m.s.n.m. Su cumbre se observa hacia la derecha. En este tramo del sendero hay diferentes vistas del Cerro Tronador y sus glaciares. Al comenzar el descenso se atraviesa una zona de bosque de lenga achaparrada donde hay que prestar atención a las marcas que indican el camino.
Después, alternan pampas y mallines, entre ellos el Mallín de Ricardo, hasta llegar a orillas de la Laguna Ilón, donde se puede acampar en el sector asignado o bien dormir en el domo del Refugio en el cual se brindan diferentes servicios. Partiendo de la playa de la laguna inicia un sendero hacia la izquierda que lleva hacia la “Mirada del Doctor”, un mirador natural ubicado a 4 km de distancia. Desde Laguna Ilón se puede continuar hacia Pampa Linda o bien conectar con el Refugio Agostino Rocca por el paso La Marca. En caso de presentarse mal clima se puede usar el sendero que conecta con Los Césares pasando por la Laguna Azul como vía de evacuación. Este tramo tiene un nivel de dificultad alto, es muy exigente, transcurre en un pedrero muy empinado con mucha exposición solar. Es importante prestar atención a las Pircas y marcas en el terreno para no perder la senda.
El tiempo estimado de marcha es de cinco a seis horas durante el verano. El sendero cuenta con dificultad alta en el período noviembre-abril y extremadamente alta entre mayo y octubre.
