Soja: ROSARIO
$252.000 0.00%
Maíz: ROSARIO
$158.000 -1.25%
Trigo: ROSARIO
$200.000 0.00%
El Shincal de Quimivil, situado en la ciudad catamarqueña de Londres, dentro del departamento de Belén, es uno de los tesoros arqueológicos más importantes del país. La antigua ciudad administrativa del Estado Inca fue restaurada y reinaugurada por autoridades provinciales.
Las ruinas de esta ciudad precolombina representan uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la región Norte de la Argentina. Según los arqueólogos que descubrieron esta ciudadela del siglo XV, su nombre proviene del arbusto Shinqui, que abunda en la zona, y del río Quimivil. Ubicadas a cinco kilómetros de la plaza central de Londres –la segunda ciudad más antigua de la Argentina–, las ruinas ocupan una superficie de 23 hectáreas y fueron declaradas Monumento Histórico Nacional en 1997.
Para los expertos, el tesoro descubierto fue una wamani, es decir, una cabecera provincial entre 1471 y 1536. La ciudadela fue un centro político, religioso, militar y de actividades económicas varias, como la elaboración de textiles; el cultivo de maíz, ají, quinoa, papa y poroto; y también un centro de distribución de materiales preciosos que se enviaban a otros centros del Imperio Inca en Cusco.
Las obras de restauración de El Shincal son parte de las políticas públicas de la provincia de Catamarca para el fortalecimiento y la promoción del turismo, la cultura y la arqueología en la provincia. Las tareas de puesta en valor pudieron concretarse gracias al convenio interinstitucional firmado entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, el Ministerio de Turismo y el Gobierno de la Provincia, a través de las Secretarías de Cultura y Turismo y el Municipio de Londres.
Los trabajos de restauración fueron realizados por un equipo multidisciplinario de expertos provinciales que trabajaron en la ampliación del museo; la construcción de cabinas para la recepción y el ingreso de los visitantes; y tareas de desmalezamiento, senderización, cartelería, folletería y señalización, entre otras refacciones realizadas en todo el parque arqueológico. El sitio arqueológico cuenta también con un Centro de Interpretación para adentrarse en la historia de esta antigua edificación.
La ciudad fue diseñada por arquitectos e ingenieros que llegaron desde la capital del mismísimo imperio. El sector central de la ciudadela estaba compuesto por cinco estructuras rectangulares de piedra labrada, las cuales estaban constituidas por grandes edificios administrativos conocidos como kallankas.
La plaza pública central (aukaipata) contaba con una plataforma ceremonial de forma piramidal de 16 metros de ancho y dos de alto. En el altar tenían lugar las principales ceremonias del calendario ritual.
También contaba con dos cerros aterrazados de 25 metros de altura, a los que se accede por escalinatas de piedra de cien escalones cada una, que fueron restauradas hace poco.
La ciudad se completaba con un cuartel de tropas, y en los barrios periféricos había kanchas rectangulares usadas como viviendas.
Hasta el casco urbano llegaba un imponente acueducto de piedra de tres kilómetros de largo que proveía de agua a la población, tanto para consumo como para riego.
